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Schongauer |
La efectividad de los exorcismos en las personas, sin embargo, se consideraba "extremadamente dudosa". Según el informe, quienes creen estar poseídos por el demonio deberían primero visitar al médico y recurrir al sacerdote sólo como último recurso.
El canónigo Dominic Walker, de Brighton, coordinador del Christian Exorcism Study Group piensa que en ocasiones puede ser el mismo sacerdote quien transmite la idea de la posesión a aquellos que acuden a él.
Un caso así le ocurrió a Michael Taylor, en Ossett, Yokshire. El 6 de octubre de 1974, Taylor asesinó a su mujer arrancándole la cabeza con las manos desnudas. Taylor, un hombre felizmente casado, regresaba de sufrir un exorcismo que duró toda la noche. El sacerdote, padre Peter Vincent, había realizado el exorcismo, con la ayuda de un pastor metodista. Exorcizaron a Taylor expulsando de su cuerpo a 40 demonios, pero se dejaron uno, el asesino.
MANÍACO HOMICIDA
Taylor no fue considerado culpable de homicidio por su incapacidad de discernir y realizar actos volitivos; salió de la cárcel y, por disposición del juez Justice Caufield, quedó internado en un hospital psiquiátrico.
Reconociendo la peligrosidad de ciertos comportamientos, algunas religiones se están distanciando de la práctica de exorcismos y abogan por formas sustitutivas de liberación y bendición. Mientras tanto, sin embargo, iglesias cuyos seguidores van en aumento, como las pentecostelianas y fundamentalistas, atraen a numerosos creyentes con sus rituales de curación que garantizan la expulsión del Maligno.
Los escépticos aseguran que estos rituales atraen sólo a quienes quieren llamar la atención sobre sí mismos. Este tipo de argumentos pueden ser utilizados para explicar casos concretos, pero no pueden esclarecer los testimonios de personas ecuánimes que han presenciado más de un fenómeno aterrador y aparentemente inexplicable.
Según Thomas Allen, el diario del Padre Bowdern sobre el caso de 1949 menciona el nombre de otros nueve jesuitas que vieron personalmente al joven Robbie poseído por el demonio. Allen descubrió también un informe de la iglesia sobre el exorcismo firmado por 48 testigos. Es difícil, pues, llegar a una conclusión sobre el fenómeno de los exorcismos.
A pesar de las evidencias, la Iglesia mantiene un silencio impenetrable en torno al caso Mannheim. Halloran, el sacerdote que pasó el diario a Allen, recordó haberle comentado a Bowdern: " Ellos nunca admitirán que ha sido un exorcismo genuino".
A lo que aquel le contestó:" Pero usted y yo lo sabemos, estuvimos allí ".
El Demonio no toma posesión físicamente del cuerpo de la víctima, se adueña de la voluntad.
Nosotros debemos obligarlo a manifestarse (Padre Malachi Martin, exorcista )
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